Cinthia en la revista "samana"



Frontal: "Ahora se van a tocar entre ellos"


Cinthia Fernández asegura que, tras su salida de ‘GHF’, sus compañeros van a mirarse “con cariño”. La obsesión por la depilación y la decepción por no poder cambiar su imagen

Aunque no se siente famosa, a poco de salir de ‘GHF’ Cinthia Fernández se da cuenta que tiene seguidores, que le tocan bocina, le gritan y piden sacarse fotos con ella con sus celulares. Tiene un físico diminuto pero no por eso poco contundente y, claro, hace abuso de sus cortos 18 años. De que su nombre se dijera en televisión y en revistas por un escandalete con Tristán pasó a la casa de famosos de Telefé, sin escalas. Sabe que eso fue el envión que la depositó allí pero no le hace gracia. “Había quedado colgado a esa pelea y entré para cambiar mi imagen, pero no lo logré. Sé que me eligieron por polémica, aunque los medios también se encargaron de hacer un circo con ese tema”, acusa.
BOMBITA SEXUAL. Cinthia cuenta que le aportó su chispa y su humor al ciclo. “Di frescura, ahora va a estar todo medio apagado. Pensé que me iban a echar en la primera semana porque mi personalidad no le iba a caer bien a la gente”. En sus últimos días, vivió momentos hot con sus compañeros aunque ella los desestima. “No nos tocábamos. Jodíamos, un juego de amigos, como lo que hago con los míos afuera. Me moría de risa por cómo me miraban... No hice nada porque amo a mi pareja”.
-Pero los chicos estaban en abstinencia sexual.
Ah, como decía Robert (Tarantini), en cualquier momento se echan una parla. Y van a terminar mirándose con cariño, que se toquen entre ellos si echaron a todas las chicas. Son unos bobos.
Prefiere no hablar de su familia (“lo que digan ellos, se encargan ellos; yo hablo sólo de mí”), y resguardar a su novio. “Apenas dije que se llama Mati, porque me exigió que no hablara de él, no quiere saber nada con las cámaras. Llevamos un año y cinco meses de noviazgo y estamos bárbaro”. Aunque se acuerda de las dotes masculinas de Carlos Nair Meza. “Es impresionante su miembro, enorme, nunca visto. Encima, es-taba muerto el bicho ése. No, no se puede hablar, no tiene nombre. Nair se va a hacer cargo, cuando salga, de lo que lleva ahí”.
SIN PELOS. Nada pudorosa, la morocha revela su obsesión por la depilación... completa. “Me llamó la atención que no pasaran las veces que me depilaba en la semana. Lo hacía cada día y medio, porque no me puedo ver un pelo. Los varones se cagaban de risa y cuando me depilaba, venían a cancherearme. Después todos se coparon con eso. Yo veo un pelo en el jabón y es lo peor que me puede pasar. Y en la casa, ay, había cada nido. Un asco”.
Admite que ahora deberá pulirse y estudiar si es que quiere retomar el trabajo, sobre todo en teatro, que es lo que más le gusta, luego de la experiencia en el reality show. Y madurar pronto para evitar problemas. “Debo hacerlo rápido porque si no te comen viva, decí que tengo carácter fuerte porque si no ya lo hubiera hecho”, concluye convencida.